Después de una época difícil, en la que nos hemos planteado la validez de nuestros principios y, en muchos casos, nuestra forma de vivir y estar en el mundo, es un buen momento para relanzarnos con nuevas metas.
Plantéate al menos una nueva meta profesional, que te ayude a mejorar tu situación laboral, buscar o crear una nueva actividad…
Asimismo, es un buen momento para buscar una meta familiar, no seas demasiado ambicioso, mejor una meta realista que mejore tu relación en este aspecto, así como el bienestar de tu entorno junto con el tuyo.
Y, desde luego, una meta personal, haz sin miedo algo que siempre has querido, algo que te beneficia emocional o físicamente.