Cada vez estamos más escandalizados por las muertes de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, por la violencia que se vive en algunas familias y por los modelos que se están ofreciendo a los más jóvenes.
Voy a intentar recoger alguna información que pueda ayudar a entender qué es violencia de género y cómo está evolucionando.
La base es cultural y aprendida, el machismo está debajo de la violencia:
«Tú eres mía»
«Estoy celoso porque te quiero mucho»
«No puedo vivir sin ti»
El iceberg nos muestra con bastante claridad las diferentes formas que encontramos a nuestro alrededor:
El control, el menosprecio y el chantaje emocional no empiezan desde el principio. Muchos de los maltratadores son en un principio atentos, te adulan, te regalan cosas, te dicen qué eres todo para ellos…
Poco a poco, empieza a haber problemas con tu opinión, te quieren acompañar a comprar ropa, ponen pegas a tus amigos/as, tienen opiniones en contra de tu familia… Te van aislando y desvalorizando de forma sutil en un inicio, y, con más fuerza con el paso del tiempo.
Empiezan a intentar controlarte, quieren saber dónde has estado, con quién, dónde, hasta qué hora… Luego con quién hablas, de qué, qué te dicen de él…
Posteriormente, empiezan a estallar por pequeñas cosas y tú intentas evitarlo, empiezan los ciclos de violencia.
Si es consumidor de sustancias, todo este proceso puede ser más rápido y, además, ellos descargan la culpa en la sustancia y en tu comportamiento.
Si sigues adelante con la relación, te vas sintiendo cada vez más débil e incompetente, justificarás su comportamiento, cada día vivirás más aislada y pensarás que no hay salida, que es la vida que te toca vivir.
Con el embarazo empieza lo peor, ahora «eres totalmente suya»; el dominio y el control le obsesionan. Empiezan las palizas y tus justificaciones: «le pongo nervioso», «ya no sé ni cocinar», «cada día valgo para menos»…
No te atreves a contarlo, en muchos casos dependes de él económica y emocionalmente, temes por tus hijos. En definitiva, escondes la evidencia porque ya estás agotada y desvalorizada. Pero… si consigues reunir un poquito de fuerzas, es el momento de salir de casa y denunciar.
Pide ayuda, aunque parezca imposible, muchas mujeres salen adelante y rehacen su vida.
A LA PRIMERA SEÑAL DE MALOS TRATOS LLAMA