ADAPTACIÓN AL CAMBIO

Nuestra capacidad de adaptarnos a los cambios que nos requiere nuestro entorno social y natural denota nuestra inteligencia.

Desde luego, cada etapa de nuestra vida nos requiere unos cambios a realizar para seguir adelante. Es ahí donde cada uno de nosotros evoluciona.

Cuando somos niños, vamos adquiriendo una serie de recursos que nos ayudan a adaptarnos a los requerimientos de las nuevas situaciones y a seguir adelante.

Son las familias una pieza clave en la adquisición de dichos recursos. Los vamos alcanzando a través de nuestra autonomía para pensar, actuar, tomar decisiones y solucionar problemas.

Por tanto, la disposición que tenemos para adaptarnos a nuevos requerimientos y situaciones está determinada por nuestra disposición genética, por los modelos familiares, por el estilo educativo con que nos hemos desarrollado y por los recursos que hemos ido aprendiendo para solucionar problemas a lo largo de nuestra infancia.

Todo ello nos permite crear un repertorio de recursos para utilizar en las nuevas situaciones que nos vayan surgiendo.

Pero a veces oímos a nuestro alrededor:

– «Me cuestan mucho los cambios».

– «A mi hijo le resulta difícil adaptarse a las situaciones nuevas».

Obviamente, hay explicaciones diferentes en función de la persona, en ocasiones hay estilos de personalidad más rígidos que precisan entrenamiento en este aspecto; en otras ocasiones, no se prepara a los niños dándoles suficiente autonomía para elegir y tomar pequeñas decisiones.

En psicología infantil, la clave está en la autonomía y la autoestima, para fomentarlas….