AUTOCONCEPTO Y AUTOESTIMA. PREVENCIÓN DE PROBLEMAS PSICOPATOLÓGICOS Y DE CONDUCTA EN LA ADOLESCENCIA
La investigación en este área nos muestra que los adolescentes con alto autoconcepto y alta autoestima tienen bajo nivel de síntomas psicopatológicos y de problemas de conducta, por tanto, se presentan como factores protectores de problemas futuros.
La discusión plantea el papel que pueden tener los programas de intervención que fomentan el autoconcepto y la autoestima durante la infancia y adolescencia en la prevención de problemas psicopatológicos y de conducta.
Autoconcepto y autoestima
Fierro (1990) considera que el “concepto de sí mismo” equivale a autoconocimiento, incluyendo en éste todo tipo de actividades y de contenidos cognitivos (conceptos, percepciones, imágenes, juicios, razonamientos, esquemas mnésicos,…).
Los juicios acerca de uno mismo constituyen probablemente la organización cardinal de todo ese sistema; encontramos dos tipos de juicios:
- Juicios descriptivos.- se refieren a cómo somos de hecho, tomando en consideración nuestra edad, sexo, profesión, características físicas, modos de comportamiento…
- Juicios evaluativos.- conciernen al aprecio o valoración que nos merece cada una de nuestras características.
La autoestima constituye la porción valorativa del autoconcepto, del autoconocimiento. La relación entre autoconcepto (descriptivo) y autoestima (valorativa) es de naturaleza jerárquica. Seguramente todos los juicios autodescriptivos van acompañados de juicios evaluativos, puesto que los enunciados relativos a nosotros mismos implican, en cierta medida, connotaciones de valor.
En este sentido, ya que las dimensiones cognitiva y afectiva no son fácilmente separables, se acepta el término autoconcepto en un sentido amplio que abarca ambas dimensiones, considerando que el autoconcepto expresa el modo en que la persona se representa, conoce y valora.
Resultados de las investigaciones
Las investigaciones muestran una correlación directa entre los adolescentes con alta autoestima y alto rendimiento académico, así como con adaptación social, realizando conductas prosociales, de ayuda y respeto social. También se encuentra relación directa entre autoestima personal, social y salud mental.
La baja autoestima aparece como un fuerte predictor de trastornos de personalidad y síntomas psicopatológicos. La baja autoestima se relaciona de forma directa con la inadaptación escolar, con las conductas de retraimiento, aislamiento y timidez en las relaciones sociales; así como con conductas agresivas, antisociales y delictivas.
Diferencias respecto al sexo en la adolescencia
Los estudios sobre autoconcepto-autoestima encuentran algunas diferencias estadísticamente significativas:
- Los varones tienen una mayor autoestima, autoconcepto emocional y físico en estas edades.
- Las mujeres muestran un mayor autoconcepto académico y familiar.
- Respecto al autoconcepto global no se encuentran diferencias significativas, ni tampoco en el autoconcepto social.
Programas de prevención
Analizando los datos obtenidos al respecto, queda claro que los programas de intervención que fomenten el autoconcepto y la autoestima pueden prevenir el desarrollo de problemas psicopatológicos asociados fundamentalmente a la depresión, a la sensibilidad interpersonal, así como incidir positivamente sobre el rendimiento académico de los adolescentes.
Es conveniente dirigir la intervención hacia facetas específicas del autoconcepto-autoestima:
- Académicas
- Sociales
- Emocionales
- Familiares
- Físicas
Puesto que a través de ellas conseguiremos incidir en el constructo a nivel global y así prevenir el desarrollo de problemas psicopatológicos y problemas de conducta.
Enseñar a padres e hijos a resolver conflictos, a dirigir adecuadamente sus sentimientos y a reconectarse unos con otros son estrategias de intervención eficaces, lo que enfatiza el relevante papel de la familia en el tratamiento y prevención de desórdenes conductuales.